El Drenaje Linfático Manual (DLM) es una técnica de masaje suave para estimular la circulación de la linfa, desintoxicar el cuerpo y fortalecer el sistema inmunológico. El DLM se realiza con los dedos y las palmas de las manos a través del cuerpo, siguiendo la dirección de la circulación linfática y variando la presión.
La linfa es un líquido incoloro que circula por los vasos linfáticos a través de las contracciones de pulso de los músculos y los vasos sanguíneos. Como un sistema de eliminación de residuos, drena el exceso de líquidos, toxinas y residuos celulares. Los ganglios linfáticos ubicados a lo largo de los vasos linfáticos, especialmente en los pliegues a cada lado del cuello, la ingle y las axilas, actúan como filtro de las toxinas y desechos que lleva la linfa. Cuando el flujo de la linfa es defectuoso o insuficiente, se pueden producir diversos problemas como: hinchazón de los miembros, envejecimiento prematuro, celulitis, piernas pesadas, estrías, etc..
Hay dos métodos principales de drenaje linfático manual: el método Vodder y el método Leduc. La práctica del Dr. Emil Vodder se remonta a 1932 y se basa en una serie de maniobras de masaje con las manos. El método del Dr. Albert Leduc se basa en el trabajo de Vodder, pero utiliza maniobras ligeramente diferentes y la ayuda de unas botas inflables conectadas a un compresor de aire (presoterapia).
La técnica del drenaje linfàtico manual consiste en hacer llegar a los territorios linfáticos sanos el exceso de líquido acumulado en las zonas de edema por medio de manipulaciones o masajes muy suaves.
En una sesión de drenaje linfático existen diferentes actos esenciales, primero la relajación del paciente en un ambiente tranquilo y confortable. Luego el inicio de las maniobras para "preparar a los linfáticos sanos" a recibir el incremento de líquido desde las zonas de bloqueo linfatico a drenar y finalmente los movimientos de drenaje fundamentales. Cada sesión de drenaje linfático manual, tiene una duración en el tiempo de unos 60 minutos, al final de los cuáles, el paciente sentirá la imperiosa necesidad de concurrir a evacuar su vejiga, síntoma inequívoco de que esa sesión le ha sido útil.
Debido a la precisa manipulación que exige el DLM, es recomendable que éste solo sea realizado por profesionales especialistas formados en DLM.
Por este motivo y por una cuestión práctica, es por lo que la presoterapia se ha convertido en una herramienta muy útil para realizar el drenaje linfático de manera segura y eficaz.
Gracias a los modernos aparatos de presoterapia, se pueden realizar tratamientos de drenaje linfático a medida del paciente en sesiones de no más de 45 minutos y con resultados inmediatos.
Las aplicaciones del drenaje linfático van desde tratamientos terapéuticos muy importantes como el linfedema, varices, recuperación post-traumática, cicatrices o fibromialgia, hasta tratamientos más populares, pero no menos importantes como la celulitis y la retención de líquidos.
Por último, añadir que el drenaje linfático tiene algunas contraindicaciones a tener en cuenta, como son la esclerosis del seno carotídeo, hipertiroidismo, trombosis, edema cardiaco, asma bronquial, tuberculosis y tumores malignos.
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